*Artículo publicado en la revista Puntos Prácticos, No. 157, octubre 2023.
Mtro. y C.P.C. José Mario Rizo Rivas, Socio Director de la Oficina de Guadalajara de Salles, Sainz-Grant Thornton
INTRODUCCIÓN
Los líderes de una organización familiar siempre se encuentran preocupados y ocupados por el desempeño de esta, observando detenidamente los resultados que se están generando, midiendo sus alcances, pensando e implementando mejoras. Esto es, por supuesto, lo que se espera de ellos. Pero el éxito no es solo cuestión de resultados: Usted, como líder de una empresa, ¿se ha tomado el tiempo de analizar el desempeño de su liderazgo? La manera vertiginosa con que se transforma el ámbito de los negocios necesita que, de la misma forma en que se cuidan los resultados de la compañía, se revise el desempeño de su liderazgo para saber si está siendo capaz de adaptarse a las exigencias del contexto. La historia que quiero compartir a continuación le ayudará a entender el nivel de compromiso que se requiere para ser un líder exitoso.
Érase una vez un rey que sentía gran pasión por la música. Era tal su encanto por este arte que decidió conseguir el mejor instrumento musical del mundo. Encontró a un mago que le ofreció un arpa mágica y el rey, muy entusiasmado, la adquirió. Los músicos del palacio, al tocarla, consideraron que era un instrumento viejo y desafinado; convencieron al rey de que era un engaño y el arpa fue tirada a la basura. Una niña muy pobre la encontró y la salvó de la destrucción. La jovencita decidió que iba a aprender a tañer el instrumento y cada día se dedicaba por completo a esta tarea.
Al principio le fue muy complicado, pero con el paso del tiempo todo cambió: La magia del arpa funcionaba cuando la tocaba alguien que ponía en ello su esfuerzo y dedicación. Salieron del arpa las melodías más hermosas jamás escuchadas y esto llegó a oídos del rey, quien mandó llamar a la niña. Al reconocer el arpa y oír la historia de la pequeña, el soberano comprendió el sentido de la magia. De esta manera, aquella jovencita se volvió parte de la corte y sacó a su familia de la pobreza.
El esfuerzo y la dedicación son una magia que se consigue solo en el día a día, ahí radica su poder y eso fue lo que condujo a la niña de la historia a transformar su vida. Lo mismo sucede con el liderazgo dentro de una empresa: Es necesario trabajar constantemente, entender que cada día puede aprenderse algo nuevo, saber que el crecimiento es fundamental dentro del mundo de los negocios.
Hace días, reflexionando sobre esos grandes retos para los líderes de cualquier organización, pensé que no hay un término que abarque todos los sentidos que tiene, en inglés, el vocablo accountability. Originalmente, el concepto hacía referencia a la rendición de cuentas de un soberano o gobernante hacia sus ciudadanos. En la actualidad, se dice que alguien es accountable cuando su desempeño lo distingue en su empresa por llevar a la práctica de forma constante y continua valores fundamentales como el compromiso y la responsabilidad.
CARACTERÍSTICAS DE UN LÍDER ACCOUNTABLE
Creo que el concepto engloba, en gran medida, lo que se espera de un líder de nuestro tiempo y, por ello, reviso, a continuación, los diferentes aspectos que llevan a un líder a ser accountable:
Volverse un líder
Ser un verdadero líder no es algo que se obtenga con un nombramiento o a través de un examen: El liderazgo se construye y se logra con el trabajo diario, la experiencia, los éxitos y los fracasos. Esta es la perspectiva del liderazgo accountable: Se define a sí mismo y no a través de las palabras, sino en la medida en que se puede llevar a los hechos.
Cada organización es distinta y tiene su propia identidad. Resulta vital que un líder se conozca a sí mismo y a su empresa y haya entre ambos una congruencia: Solo puede ser responsable de aquello que refleje su forma de pensar y de actuar. En la medida que los valores y acciones personales de un líder se vean plasmados en la cultura empresarial, su liderazgo será efectivo.
Si el liderazgo comienza por el conocimiento profundo de usted mismo y de la identidad de su organización, siempre se mantendrá apasionado por su labor. Un liderazgo consciente tendrá como bandera el trabajo duro, el esfuerzo por estar a la altura de las situaciones y preparado para enfrentar cualquier problemática y no dejarse vencer ante ninguna dificultad.
Un liderazgo con espíritu de servicio
Seguir concibiendo al líder como aquel que resuelve problemas es una perspectiva ya obsoleta. Para ser accountable es importante que el liderazgo comience a actuar desde antes de que ocurran los conflictos. Este cambio implica una cultura de liderazgo que apueste por el aprendizaje continuo, por desarrollar aptitudes que servirán ante problemáticas que aún no suceden.
Este desempeño basado en la proactividad se reflejará inmediatamente en el trabajo propio: Habrá una óptima gestión de los tiempos y existirá una mentalidad que sabe que todo puede ser susceptible de mejorarse. Con la práctica, un liderazgo que continuamente se cuestiona podrá incluso prever problemáticas que podría enfrentar su empresa a futuro, y organizar el tiempo y los recursos que serán necesarios para hacerles frente.
Los retos siempre existirán en cualquier entorno laboral y el ser accountable fomentará una mentalidad donde no se usará el papel de víctima, sino que se afrontará cada situación con el carácter y el enfoque necesarios para revertirla a su favor.
No es accountable si su empresa no lo es también
Los primeros pasos para actuar de forma accountable no serán suficientes para el liderazgo si no se logra transmitir ese espíritu al resto de la organización. La gran pregunta es entonces: ¿Cómo crear responsabilidad en el equipo de trabajo?
Un liderazgo que aspira a ser replicado debe construir un ambiente laboral donde los colaboradores sean parte integral de una organización. Para ello, resulta indispensable que la comunicación con cada colaborador sea clara, partiendo de lo que se espera de ellos de acuerdo con su responsabilidad, ayudándolos a enfocarse en sus tareas, brindándole herramientas para conseguir los objetivos planteados, revisando y evaluando de manera continua el trabajo con instrumentos que todos conozcan.
Si el liderazgo no se transmite ni crea una comunidad, entonces no está logrando su objetivo. Consolidar una cultura organizacional será la prueba definitiva de la trasmisión de la accountability.
La perfección no es la medida
Un elemento clave del liderazgo accountable es que el trabajo en equipo debe guiarse por la empatía. No se trata únicamente de establecer objetivos y pedir resultados, un liderazgo responsable implica asumir el papel de guía del equipo.
La presión y el estrés no son las mejores herramientas para mantener motivado a sus colaboradores y eso lo sabemos todos. Un verdadero líder no es un dictador que descalifica a mansalva los resultados de sus colaboradores, más bien se trata de rescatar lo bueno de cada propuesta de trabajo, saber construir una retroalimentación desde lo positivo, crear un ambiente donde las personas se sientan seguras al momento de compartir sus ideas y proponer nuevas respuestas. Fomentar que las experiencias dejen un aprendizaje para los integrantes del equipo y para la organización llevará a no esperar la perfección en las tareas por realizar.
Una persona con liderazgo no persigue culpables ni da excusas cuando las cosas no salen bien. Al ser accountable, se asume la responsabilidad de los hechos y se buscan soluciones. Asimismo, se es capaz de encontrar los medios para reparar el daño y alcanzar los objetivos a tiempo.
COMENTARIO FINAL
Ser accountable es un estilo de vida, una manera de entender el liderazgo y el trabajo integral de una empresa. Sin duda, es una perspectiva que puede ayudarle a comprender las necesidades de su organización y a transformarla constantemente, como una clave para la continuidad del éxito. • a escribir aquí...